
La novela tocará todos los temas típicos de la novela negra estadounidense: policías corruptos, mujeres adineradas, alcohol, pistolas y “hombres duros”. Además de la magnífica capacidad de Chandler para describir y componer personajes (Philip Marlowe resulta inolvidable desde que se lo conoce), esta novela, como también otras del mismo autor, contiene una gran cantidad de diálogos absolutamente geniales, repletos de dobles sentidos, referencias sociales a la época (que van desde la política hasta el racismo) y humor ácido. Un libro entretenido y con grandes dosis de suspenso, con un final inesperado y excelentemente logrado.
Una curiosidad: Osvaldo Soriano escribió “Triste, solitario y final”, una novela en la que los protagonistas son él mismo (Soriano) y Philip Marlowe, personaje que maravilló al escritor argentino desde la primera vez que leyó a Chandler. El título del libro está sacado, justamente, de una frase de El Largo Adiós: “Hasta la vista, amigo. No voy a decirte adiós. Te lo dije cuando significaba algo. Te lo dije cuando era triste, solitario y final”.
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